Los paisajes del desecho: reactivaciĆ³n de los lugares del deterioro
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2015
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E.T.S. Arquitectura (UPM)
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Actualmente en nuestro planeta producimos 1.300 millones de toneladas de residuos urbanos al aƱo. Si los extendemos sobre la superficie de un cuadrado de lado 100 m (una hectĆ”rea) alcanzarĆan una altura de 146 km. ĀæCuĆ”l es el origen de nuestros residuos? ĀæA dĆ³nde va esta basura? ĀæCĆ³mo nos afecta? ĀæTiene alguna utilidad? Se trata de un problema antiguo que, en los Ćŗltimos tiempos, ha adquirido una nueva dimensiĆ³n por el tipo y la cantidad de residuos generados. Las primeras preocupaciones de la ciudad por ordenar estos problemas dieron lugar al establecimiento de espacios o lugares especĆficos para la acumulaciĆ³n de los residuos urbanos: los vertederos. Los desechos hoy se generan mĆ”s rĆ”pidamente que los medios disponibles para reciclarlos o tratarlos. Los vertederos de residuos urbanos son y seguirĆ”n siendo, a corto y medio plazo, soluciones vĆ”lidas por ser un mĆ©todo de gestiĆ³n relativamente barato, sobre todo en los paĆses en vĆas de desarrollo. Como consecuencia y necesidad de lo anterior, se plantea demostrar que la recuperaciĆ³n y la transformaciĆ³n de estos vertederos de residuos urbanos (lugares del deterioro), una vez abandonados, es posible y que ademĆ”s pueden dar lugar a nuevos espacios pĆŗblicos estratĆ©gicos de la ciudad contemporĆ”nea. Son espacios de oportunidad, vacĆos monumentales producto de una reactivaciĆ³n arquitectĆ³nica y paisajĆstica realizada a partir de complejos procesos de ingenierĆa medioambiental. Pero las soluciones aplicadas a los vertederos de residuos urbanos desde mediados del siglo XX se han realizado exclusivamente desde la ingenierĆa para tratar de resolver cuestiones tĆ©cnicas, un modelo agotado que ya no puede gestionar la magnitud que este problema ha alcanzado, haciĆ©ndose necesaria e inevitable la participaciĆ³n de la arquitectura para abrir nuevas lĆneas de investigaciĆ³n y de acciĆ³n. En estos primeros compases del siglo XXI existe una ānuevaā preocupaciĆ³n, un ānuevoā interĆ©s en los paradigmas de lo ecolĆ³gico y de la sostenibilidad, tambiĆ©n un interĆ©s filosĆ³fico (que igualmente otorga un nuevo valor al residuo como recurso), que dirigen su mirada hacia un concepto de paisaje abierto y diferente a modelos anteriores mĆ”s estĆ”ticos, recuperando como punto de partida el ideal pintoresco. El landscape urbanism se consolida como una disciplina capaz de dar respuesta a lo natural y artificial simultĆ”neamente, que sustituye a las herramientas tradicionales de la arquitectura para solucionar los problemas de la ciudad contemporĆ”nea, incorporando las infraestructuras de gran escala, como un vertedero de residuos urbanos, y los paisajes pĆŗblicos que generan como el verdadero mecanismo de organizaciĆ³n del urbanismo de hoy. No se trata solo de un modelo formal sino, lo que es mĆ”s importante: de un modelo de procesos. Esta nueva preocupaciĆ³n permite abordar la cuestiĆ³n del paisaje de manera amplia, sin restricciones, con un alto grado de flexibilidad en las nuevas propuestas que surgen como consecuencia de estos conceptos, si bien los esfuerzos, hasta la fecha, parecen haberse dirigido mĆ”s hacia el fenĆ³meno de lo estĆ©tico, quedando todavĆa por explorar las consecuencias polĆticas, sociales, econĆ³micas y energĆ©ticas derivadas de los residuos. TambiĆ©n las arquitectĆ³nicas. El proyecto del landscape urbanism se ocupa de la superficie horizontal, del plano del suelo. Desde siempre, la preparaciĆ³n de este plano para desarrollar cualquier actividad humana ha sido un gesto fundacional, un gesto propio necesario de toda arquitectura, que ademĆ”s ahora debe considerarlo como un medio o soporte biolĆ³gicamente activo. En tĆ©rminos contemporĆ”neos, el interĆ©s disciplinar radica en la continuidad y en la accesibilidad del suelo, diluyendo los lĆmites; en que funcione a largo plazo, que se anticipe al cambio, a travĆ©s de la flexibilidad y de la capacidad de negociaciĆ³n, y que sea pĆŗblico. La recuperaciĆ³n de un vertedero de residuos urbanos ofrece todas estas condiciones. Un breve recorrido por la historia revela los primeros ejemplos aislados de recuperaciĆ³n de estos lugares del deterioro, que han pasado por distintas fases en funciĆ³n de la cantidad y el tipo de los desechos producidos, evolucionando gracias a la tecnologĆa y a una nueva mirada sobre el paisaje, hasta desarrollar una verdadera conciencia de lo ecolĆ³gico (nacimiento de una ideologĆa). El Monte Testaccio en Roma (siglos I-III d.C.) constituye un caso paradigmĆ”tico y ejemplar de vertedero planificado a priori no solo como lugar en el que depositar los residuos, sino como lugar que serĆ” recuperado posteriormente y devuelto a la ciudad en forma de espacio pĆŗblico. Una topografĆa de desechos generada por acumulaciĆ³n, organizada y planificada durante tres siglos, que nos hace reflexionar sobre los temas de producciĆ³n, consumo y proyecto arquitectĆ³nico. El Monte Testaccio revela una fuente de inspiraciĆ³n, un arquetipo de gestiĆ³n sostenible de los recursos y del territorio. A travĆ©s de la experiencia en la recuperaciĆ³n y transformaciĆ³n en espacios pĆŗblicos de casos contemporĆ”neos, como el antiguo vertedero de ValdemingĆ³mez en Madrid o el de El Garraf en Barcelona, se han analizado las tĆ©cnicas y las soluciones empleadas para establecer nuevas herramientas de proyecto planteadas en clave de futuro, que revelan la importancia de los procesos frente a la forma, en los cuales intervienen muchos factores (tanto naturales como artificiales), entre ellos la vida y el tiempo de la materia viva acumulada. Son lugares para nuevas oportunidades y ejemplos de una nueva relaciĆ³n con la naturaleza. La reactivaciĆ³n de los vertederos de residuos, a travĆ©s del proyecto, nos propone una nueva topografĆa construida en el tiempo, el suelo como soporte, como punto de encuentro de la naturaleza y los sistemas tecnolĆ³gicos de la ciudad que posibilitan nuevos modos de vida y nuevas actividades. Los vertederos de residuos son inmensas topografĆas naturales surgidas de procesos artificiales, atalayas desde las que divisar un nuevo horizonte, un nuevo mundo, un nuevo futuro donde sea posible lograr la reversibilidad de nuestros actos del deterioro. Pero la voluntad de estas recuperaciones y transformaciones no consiste exclusivamente en su reintegraciĆ³n al paisaje, sino que han servido como muestra de las nuevas actitudes que la sociedad ha de emprender en relaciĆ³n a los temas medio ambientales. ABSTRACT Here on our planet we currently produce 1.3 billion tonnes of urban waste per year. If we were to spread this over a surface of 100m2 (one hectare), it would reach a height of 146km. What is the origin of this waste? Where does our refuse go? How does it affect us? Does it have any uses? We are dealing with an old problem which, in recent times, has taken on a new dimension due to the type of waste and the amount generated. Citiesā first concerns in resolving these problems gave rise to the establishment of areas or specific places for the accumulation of urban waste: landfills. These days, waste is generated more quickly than the available resources can recycle or process it. Urban waste landfills are and will continue to be, in the short and mid-term, valid solutions, given that they constitute a relatively cheap method for waste management, especially in developing countries. Consequently and necessarily, we plan to demonstrate that it is possible to recover and transform these urban waste landfills (areas of deterioration) once they have been abandoned and that they can give rise to new strategic public areas in contemporary cities. They are areas of opportunity, monumental vacancies produced by an architectural reactivation of the landscape, which is achieved using complex processes of environmental engineering. But the solutions applied to urban waste landfills throughout the 20th century have used engineering exclusively in the attempt to resolve the technical aspects. This is a worn-out model which can no longer handle the magnitude which the problem has attained and therefore, there is an inevitable need for the participation of architecture, which can open new lines of research and action. In these first steps into the 21st century, there is a ānewā concern, a ānewā interest in the paradigms of environmentalism and sustainability. There is also a philosophical interest (which assigns the new value of āresourceā to waste) and all is aimed towards the concept of an open landscape, unlike the previous, more static models, and the intention is to recover picturesque ideals as the starting point. Landscape urbanism has been established as a discipline capable of simultaneously responding to the natural and the artificial, replacing the traditional tools of architecture in order to resolve contemporary citiesā problems. It incorporates large scale infrastructures, such as urban waste landfills, and public landscapes which are generated as the true organisational mechanism of modern day urbanism. It is not merely a formal model, it is more important than that: it is a model of processes. This new concern allows us to address the matter of landscape in a broad way, without restrictions, and with a great degree of flexibility in the new proposals which come about as a consequence of these concepts. However, efforts to date seem to have been more directed at aesthetic aspects and we have yet to explore the political, social, economic and energetic consequences derived from waste ā nor have we delved into the architectural consequences. The landscape urbanism project is involved with the horizontal surface, the ground plane. Traditionally, the preparation of this plane for the development of any human activity has been a foundational act, a necessary act of all architecture, but now this plane must be considered as a biologically active medium or support. In contemporary terms, the disciplineās interest lies in the continuity and accessibility of the land, diffusing the limits; in long term functionality; in the anticipation of change, via flexibility and the ability to negotiate; and in it being a public space. The recovery of an urban waste landfill offers all of these conditions. A brief look through history reveals the first isolated examples of recovery of these spaces of deterioration. They have gone through various phases based on the quantity and type of waste produced, they have evolved thanks to technology and a new outlook on the landscape, and a real environmental awareness has been developed (the birth of an ideology). Monte Testaccio in Rome (1st to 3rd Century AD) constitutes a paradigmatic and exemplary case of a landfill that was planned a priori not only as a place to deposit waste but also as a place that would be subsequently recovered and given back to the city in the form of a public space. This spoil mound, generated by organised and planned accumulation over three centuries, makes us reflect on the themes of production, consumption and architectural planning. Monte Testaccio reveals a source of inspiration, an archetype of the sustainable management of resources and land. Using our experience of contemporary cases of land recovery and its transformation into public spaces, such as the former ValdemingĆ³mez landfill in Madrid or the Garraf in Barcelona, we analysed the techniques and solutions used in order to establish new project tools. These are proposed with an eye on the future, seeing as they reveal the importance of the processes over the form and involve many factors (both natural and artificial), including the life and age of the accumulated living matter. They are places for new opportunities and examples of our new relationship with nature. The reactivation of landfills, via this project, is a proposal for a new topography built within time, using the ground as the support, as the meeting point between nature and the technological systems of the city which make it possible for new ways of life and new activities to come about. Landfills are immense natural topographical areas produced by artificial processes, watchtowers from which to discern a new horizon, a new world, a new future in which it will be possible to reverse our acts of deterioration. But the intention behind these recoveries and transformations does not only hope for landscape reintegration but it also hopes that they will also serve as a sign of the new attitudes that must be adopted by society with regard to environmental matters.
Keywords
Arquitectura