Paisajes culturales y arquitectura popular en áreas de montaña: estudio del municipio de Gistaín, Huesca
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2021
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E.T.S. Arquitectura (UPM)
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El proceso de adaptación del hombre a los entornos de montaña como los que se estudian en esta tesis presenta dificultades muy superiores a las que aparecen en los entornos llanos. Las pendientes, la altitud, el clima o la escasez de suelo apto para el cultivo imponen restricciones importantes a los asentamientos humanos. Desde tiempos prehistóricos el hombre ha debido por tanto modificar el territorio para acomodarlo a sus necesidades, creando paisajes humanizados característicos de estas áreas. Por otro lado, la interacción entre una agricultura escasa pero necesaria para la subsistencia y una ganadería que en la mayor parte de estos ámbitos se estableció como la actividad principal originó unos peculiares y complejos sistemas de explotación que constituyen un valioso legado cultural. La arquitectura popular que encontramos en estas áreas posee particularidades que la diferencian de la de otros tipos de territorio. Su estudio sería incompleto si se limitara al análisis de la vivienda principal, pues en estas zonas gran parte del conjunto que constituía la casa se encuentra diseminado por el territorio, mientras que en otras localizaciones en llano suelen encontrarse formando un conjunto unitario, yuxtapuestas a la propia vivienda. El estudio de estas arquitecturas requiere, por tanto, para su correcta comprensión, del análisis de todo el conjunto, incluyendo las formas de explotación del territorio y la construcción antrópica del paisaje. El paisaje que hoy podemos contemplar en el territorio del municipio de Gistaín es el resultado de la ocupación humana y de las actividades económicas desarrolladas en el mismo a lo largo del tiempo. El paisaje funciona a modo de palimpsesto, de forma que podemos obtener información sobre las formas de vida de las sociedades del pasado, de una forma más tenue y diluida a medida que nos alejamos en el tiempo. Dentro de las diversas categorías contempladas en los tratados internacionales y nacionales, el ámbito de estudio propuesto constituye un ejemplo estimable de los sistemas agro-silvo-pastoriles históricos en zonas montañosas y de la evolución diacrónica y orgánica de los paisajes culturales asociados. Las formas de explotación que se desarrollaron en el valle de Gistaín sobresalen por su interés, su singularidad y su representatividad de los sistemas de alta montaña, siendo comparables con los de otras áreas con similares características como la montaña cantábrica o la cordillera alpina. Su situación geográfica lo coloca como una encrucijada de influencias procedentes de ambas vertientes de la cordillera pirenaica y de sus sectores oriental y occidental, que quedan reflejadas en su cultura y en su arquitectura. Entre sus rasgos más característicos está un peculiar modelo de hábitat, caracterizado por pocos núcleos habitados de un tamaño medio dentro de los de su entorno, y una explotación de un territorio muy amplio por medio de un gran número de pequeñas arquitecturas accesorias, bordas y cabañas, que se distribuyen por todo el término municipal. Aunque buena parte de los sistemas de aprovechamiento que configuraron el territorio se pueden considerar hoy desaparecidos o profundamente transformados, sus huellas son aún muy perceptibles. Las arquitecturas tradicionales han formado parte fundamental de esta construcción antrópica del territorio y de la conformación de los paisajes actuales. Las construcciones que encontramos diseminadas responden a formas de ocupación y a organizaciones de la explotación del medio que se han desarrollado a lo largo de siglos, pero no necesariamente responden todas ellas a un mismo momento histórico. Un análisis detallado a partir del trabajo de campo, del registro documental histórico y de la información oral recogida de los habitantes de más edad del municipio de Gistaín puede ofrecer algunas ideas acerca de los diferentes modelos económicos implementados por las sociedades tradicionales y sobre el origen de las construcciones que a ellos iban asociadas. ----------ABSTRACT---------- The process of human adaptation to mountain environments such as those studied in this thesis poses far superior difficulties than that of flat terrains. Slopes, altitude, climate, or scarcity of crop-suitable soil involve significant restrictions on human settlements. Since prehistoric times human societies have therefore had to modify territories to accommodate their needs, creating anthropogenic landscapes which are characteristic of these areas. The interaction between subsistence agriculture (scarce but necessary) and cattle raising, which in most of these areas was established as the main activity, gave rise to peculiar and complex systems of exploitation that constitute a valuable cultural legacy. The popular architecture we find in these areas has distinct features, the study of which would be incomplete if it were limited to the analysis of the main dwelling unit. In these areas a large part of the whole that constituted the dwelling is scattered, in contrast with settlements in flat locations where they were usually an annex to the house proper. Therefore, for the correct understanding of this architecture, we must analyze the whole set, including the forms of exploitation of the land and the anthropic construction of the landscape. The landscape in the territory of the municipality of Gistaín today is the result of human occupation and of the economic activities developed in it over time. The landscape functions as a palimpsest, so that we can gather information about the societies’ ways of life in the past, although it gradually blurs as we go further back in time. Within the various categories covered by international and national treaties, the proposed scope of study is a valuable example of the historical agro-sylvopastoral systems in mountainous areas, and of the diachronic organic evolution of the associated cultural landscapes. The interesting, unique forms of exploitation that developed in the Gistaín valley stand out as representative of the high mountain systems, being comparable to those in other similar areas such as the Cantabrian mountains or the Alpine mountain range. Its geographical location places it as a crossroads of influences from both sides of the Pyrenean mountain range and its eastern and western sectors, which reflect in its culture and architecture. Among its most characteristic features are a distinct habitat model, characterised by scarce, medium sized population nuclei if compared to those in the surrounding areas, and the exploitation of an extended territory through a large number of small auxiliary outbuildings, bordas, and cabins, which are distributed throughout the municipality. Although much of the exploitation system that shaped the territory may be deemed to have disappeared or been profoundly transformed, its traces are still noticeable in the landscape. Traditional architectures have been a fundamental part of this anthropogenic construction of the territory, and of the shaping of the current landscapes. The scattered buildings we find respond to forms of occupation and organisation of environment exploitation that have developed over the centuries at various times in history. A detailed analysis based on field work, historical documentary records, and the oral testimonies collected from the older inhabitants of the municipality of Gistaín may offer some keys on the different economic models implemented by traditional societies, and the origins of the constructions associated with them.
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Arquitectura