Amann Alcocer, Atxu ; orcid:0000-0002-3868-78782024-07-172024-07-172023-11-24https://biblioteca-juandevillanueva.coam.org/handle/123456789/2495https://oa.upm.es/77514/La separación entre las diversas capas de la realidad que caracterizó a la modernidad tuvo su reflejo en lo arquitectónico: el afán clasificatorio al servicio del poder afectó al ámbito espacial alterando las funciones arquitectónicas. Los cuerpos recibieron dicha situación en forma de restricciones a sus movimientos en un espacio cada vez más instrumental y geométrico que controlaba su conducta. Así, la integración premoderna entre naturaleza y cultura, entre lo profano y lo sagrado o entre lo público y lo privado, fue desapareciendo a la vez que las sociedades burguesas occidentales se reforzaban con la revolución industrial y el auge del capitalismo. En ese proceso hubo una fase traumática y a gran escala de encierro espacial, que tuvo lugar cuando el trabajo se trasladó de los talleres artesanos y los campos de cultivo al interior de las fábricas. Allí, la disciplina, tal como la definió Foucault, proliferó enormemente hasta llegar a desbordar los contenedores espaciales y expandirse a todos los ámbitos de la sociedad. Esta investigación estudia un fenómeno que surge como respuesta de la población a esas limitaciones, aún vigentes. Se trata del desplazamiento de la función arquitectónica mediante el traslado de objetos y cuerpos a otros espacios. Se caracteriza por utilizar en su realización prácticas inventadas por las vanguardias históricas más radicales. Para que se desarrollara plenamente este fenómeno fue necesario que dichas prácticas artísticas se difundieran entre la población y que se formara una determinada conciencia respecto del sistema de producción y la cultura burguesa occidental. Por esa razón, aunque se han observado manifestaciones aisladas desde la segunda mitad del siglo XVIII, su verdadero desarrollo se produjo a partir de la segunda vanguardia artística y se vio impulsado por los movimientos revolucionarios de finales de los 60. Desde el inicio, a mediados del siglo XVIII, los objetos desempeñaron un papel clave en los desplazamientos de la función: en un primer momento como la razón de ser de los nuevos centros de encierro, especialmente en la fábrica, donde se producían los objetos-mercancía; posteriormente, su papel, de naturaleza política, fue determinante en el contexto de las vanguardias históricas. Los cambios de contexto, de función o de significado, propios de dichas prácticas en el dadaísmo y en el surrealismo con objetos, fueron traducidos al espacio arquitectónico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, tal y como ocurre con la instalación de playgrounds en diversas ciudades europeas, los desplazamientos espaciales que tuvieron lugar en la liturgia católica o en el teatro de vanguardia. De hecho, es en el texto que funda dicha corriente del teatro, el Primer Manifiesto del teatro de la Crueldad, de Antonin Artaud, donde se ha encontrado descrito por primera vez y con todos sus elementos esenciales un desplazamiento de la función. En la actualidad, las prácticas políticas que implican desplazamientos espaciales se han difundido entre las sociedades líquidas contemporáneas que las desarrollan cotidianamente, de manera silenciosa y a menudo desapercibida, para gestionar una alienación que se ha vuelto ambiental y difusa. ABSTRACT The separation between the different layers of reality that characterizes modernity have been reflected in architecture: A desire for classification in the service of power has affected the spatial sphere, altering architectural functions. Bodies have faced this situation through restrictions on their movements in an increasingly instrumental and geometrical space that controlled their behavior. Thus, the pre-modern integration between nature and culture, between the profane and the sacred, and between the public and the private, started to disappear at the same time as Western bourgeois societies were reinforced by the industrial revolution and the rise of capitalism. In this process there was a large-scale and traumatic phase of spatial enclosure, which took place when work moved from artisan workshops and fields to the interior of factories. There, the discipline, as defined by Foucault, has proliferated enormously until it has overflowed the spatial containers and expanded into all spheres of society. This study explores a phenomenon that has arisen as a response of the population to those limitations, which are still in force. This phenomenon consists of the displacement of the architectural function through the transfer of objects and bodies to other spaces. It is characterized by the use of practices invented by the most radical historical avant-garde movements. For this phenomenon to develop fully, it has been necessary for these artistic practices to spread among the population and for a certain awareness to be formed with respect to the system of production and Western bourgeois culture. For that reason, although isolated manifestations have been observed since the second half of the eighteenth century, its real development has occurred from the second artistic avant-garde and was boosted by the revolutionary movements of the late 1960s. From the beginning, since the middle of the 18th century, objects have played a key role in the shifts of function: at first as the raison d'être of the new centers of confinement, especially in the factory, where commodity-objects were produced; later, their role, political in nature, was decisive in the context of the historical avant-gardes. The changes of context, function or meaning, characteristic of such practices with objects in Dadaism and Surrealism, have been translated into architectural space from the end of World War II. This includes the installation of playgrounds in various European cities, the spatial displacements that has taken place in the Catholic liturgy or in the avant-garde theater. In fact, it is in the founding text of this type of theater, the First Manifesto of the Theater of Cruelty, by Antonin Artaud, where we find that a displacement of the function has been described for the first time and with all its essential elements. Today, political practices involving spatial displacements have become widespread in contemporary liquid societies which develop them in a silent and often unnoticed everyday life, in order to manage an alienation that has become ambient and diffuse.application/pdfhttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/info:eu-repo/semantics/embargoedAccessArquitecturaLas mudanzas de la función. Desplazamientos de objetos y cuerpos en el espacio arquitectónico desde la modernidadTesis